Un especial agradecimiento al apartado de radio del Foro de Televisión y Espectáculos Chilenos (aka FOTECH), por aportar parte importante de los datos sobre la historia de la RadioActiva, así como todas los marcas y cuñas y dos de las canciones recomendadas en este post —el resto son mías. Y muy especialmente a los siguientes foristas (fotechitos en jerga del foro), ordenados alfabéticamente: EmilioScout, FMCidrin, Karlanga, MHidalgo21, musicótico y cualquiera que haya olvidado.
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A mi debería gustarme la radioactiva actual. Después de todo, es una adulto-contemporáneo cuya variedad musical en muchas ocasiones se acerca a otras radios que programaban canciones de este estilo, el mismo que hoy abandonaron total o en dos tercios (Horizonte e Infinita, respectivamente). Pero desde que inició con este esquema programático jamás nunca la actual radioactiva (que la demonino así, todo con minúsculas, para diferenciarla de la original RadioActiva) consiguió cautivarme o por lo menos tapar el vacio que habían dejado la ausencia de radios que cumplían al máximo mis exigencias de adulto-fome como las ya mencionadas o la mítica Radio Definitiva.

Hay dos motivos. Primero, radioactiva es una más de las radios santiaguinas que en Antofagasta padece el "síndrome de la radio-satelital que mientras más lejos de Santiago se encuente, más mal se escucha". Tiene una cobertura tan mala como otras emisoras que cuando llegaron a esta ciudad sonaban aceptablemente y ahora ubicarlas en el dial (por muy digital que este sea) es una odisea (como Horizonte o Play FM). Y cuando consigues sintonizarla (lo que se logra con menos complicaciones con receptores potentes, como los de las radios para auto) se escucha muy, pero qué muy, bajo.

Y segundo, simplemente no me puedo mantenerme más de treinta minutos escuchando la actual radioactiva. Tocan canciones que ciertamente se encuentran entre mis regalonas, pero en esa frecuencia sonaba otra emisora con el mismo nombre que, con su extraordinaria mezcla programática, lograba lo que ninguna radio hoy disponible en la ex perla del norte consigue: subierte el ánimo y motivarte a explorar el lado positivo de tu psique (nuestro polo positivo, como decía uno de sus eslogans). No era sólamente el tecno noventero que hoy FM Plus y FM OK sobreexplotan, como si eso y el rock de Seattle fuera lo único que destacó en esos años.

Era aquel tecno y un abanico diversísimo de ritmos y estilos activos de hoy y ayer, incluyendo una incuantificable colección de tracks que, debido a ser únicamente programados por esta radio, nunca más volvimos a escucharlos una vez que abandonó su esquema inicial. Y recién durante los últimos meses, gracias a la colaboración de internautas igualmente marcados por esta "energía positiva" se está paulatinamente recuperando.

Una radio que, si hubiese mantenido el perfil programático con el que inicio, habría cumplido exactamente diez años cuando publico este post. Sí, porque arrancó a las 6 de la tarde (22 horas GMT) del 29 de abril de 1997.

La original y única RadioActiva: La energia que movió a todo Chile.


¡Tic tic tac, tic tic tac, este es el latido de su corazón!:
Normalmente, cuando una nueva radio inicia, dedican un tiempo para probar equipos y mientras eso hacen, programan mucha música sin interrupciones, a veces de un estilo que poco o nada tiene que ver con el que finalmente adoptarán (recuerden lo que pasó con Play FM o Club FM y su maratón de los Beatles). En jerga radiofónica, eso es una 'marcha blanca'.

RadioActiva en vez de partir con una marcha blanca, inició con un corazón latiendo, cuyo "pum pum pum pum" dejó de sonar a las seis de la tarde del martes 29 de abril de 1997. Tal vez su primer mes funcionando resultó ser su marcha blanca, pero careció de las principales características de la generalidad de las marchas blancas que recuerde. Empezando porque desde un principio definió la forma en que organizarían su programación diaria.

Yo no escuché aquellos latidos ni tampoco "Anamorada" de Carlihnos Brown, la primera canción que RadioActiva programó. Me enteré de su existencia debido a un aviso en la televisión con su característico jingle que guiña al disco setentero. Quería escucharla, pero creía que era otra frecuencia de Santiago que no llegaría a Antofagasta.

Me equivoqué. Un día de inicios de mayo, comprando en una tienda del centro que hoy ya no existe, escuche "Movin' on up" de M People. Y a continuación, una versión remixada de "D.I.S.C.O", clásico de Village People. Después, una cuña cantrando "radioactivaaa" y el original "Never can say goodbye" de Gloria Gaynor. Reacción inmediata: Deseos inmediatos de buscar un radioreceptor y descubir en qué frecuencia podía escuchar la "nueva" RadioActiva. Que estaba en el 100.5, punto del dial que hasta hace no mucho ocupaba Finísima.


Cristián Wagner, dueño de Finísima, había vendido la red satelital que transmitía esta emisora al conglomerado colombiano Caracol, que iniciaba operaciones en Chile como el Consorcio Radial de Chile (CRC), que además adquirió la red Amistad (también de Wagner) y la radio Classica.

A cambio, Wagner pasó a ser el director ejecutivo de la Activa. Fue Wagner junto con el colombiano Augusto "Tuto" Castro y el gerente de CRC, Carlos Ascaráte, quienes apostaron porque aquella nueva radio en vez de competir con las demás se la jugara por un esquema con el que no tendrían competencia (al menos en su inicio) y que, por cierto, en el país cafetero había resultado un éxito, al tomar una fórmula que triunfaba en Gringolandia y el viejo continente: mezclar lo mejor del dance de esa década con el disco de los setentas y el bailable anglo de los ochentas.

Pero no sólo la música hizo brillante a RadioActiva, sino una serie de innovaciones que ninguna otra emisora santiaguina había hecho suya en ese momento: empezando por los DJs en vivo.

Antes de RadioActiva, las radios centradas en la música (sea cual sea su estilo) programaban una secuencia determinada de canciones y las únicas locuciones eran las grabadas por la o las voces institucionales de la radio para identificarla... si no contamos las señales horarias. El programador (discjockey, DJ o como yo los llamo cuando quiero descalificar a alguno de ellos: dejota), ponía los discos de las canciones que sonaban por las ondas, pero jamás nunca hablaba.

En la "nueva" RadioActiva, los discjockeys estaban ahí, en vivo, programando las canciones, pero además hablaban y conversaban con los auditores con un optimismo inmejorable.
Y no sólo de lunes a viernes en horario de oficina: Prácticamente no había ningún momento del día y de la noche en que la música de la Activa era programa por un DJ que, además, podías escuchar locuteando en vivo.

¿Incluyendo la noche? ¡Por supuesto! RadioActiva se consideraba a sí misma como la primera radio del siglo veintiuno, ofreciendo su mejor programación musical cada madrugada (y no sólo de sábado y domingo), con DJs en vivo. Enfatizo en demasía este punto porque hoy se extraña demasiado y te hace pensar dos veces sobre otras radios que también se autodenominan modernas y cada madrugada dejan a un computador programando una programación musical ya definida desde antes. Empezando por la misma radioactiva de hoy.

Algunos de los DJs en vivo que pasaron por RadioActiva en su primera etapa fueron (si alguno falta, me avisan): Vanessa Reiss, Rodrigo Valdivia, Cristián Perez, Cristian Parra, Jorge Muñoz, Raul Soto, Eduardo Salazar... y Tuto Castro.


Los bloques de programación musical en RadioActiva tampoco se organizaban de la forma acostumbrada. Y además de resultar una innovación, permitieron entregar tandas extendidas de publicidad (que luego llegarán) sin abrumar al auditor.

Cada hora de programación iniciaba con una Maratón de Música: diez canciones (nueve en la última etapa con Tuto Castro) sin interrupciones comerciales (40 minutos sin parar de música). Las únicas 'interrrupciones' consistían en la locución (de nuevo, en vivo) de los DJs, quienes no hablaban en silencio, sino usando como fondo el inicio de la siguente canción a sonar, que se repetía en caso de extenderse el comentario del DJ.

A partir de fines del 97, la última canción de la Maratón era un éxito de la hora (canción reciente destacada) que por más de dos años fue auspiciado por el KIA Pride POP, que fue como en Chile se conoció al Ford Festiva. Gracias a ello, las ventas de este pequeño bólido se dispararon.

Finalizada la Maratón y tras los comerciales, arrancaban las Tres RadioActivas, tres canciones que frecuentemente formaban parte de lo más exquisito de la programación de la Activa. Terminadas, otra tanda de publicidad y una nueva Mararón de Música. Y después Tres RadioActivas más...

En un principio la programación de la radio se mantuvo así. Días después, surgirá el programa que de lunes a viernes por tres horas desplazará a este esquema 'Maratón-Tres Activas' y revolucionará el dial aún más.


"La Locomotora RadioActiva" arrancó otro martes: el 6 de mayo de 1997, apenas a una semana de iniciarse las transmisiones de la nueva radio. El tren liderado por Vanessa Reiss partía de lunes a viernes a las seis de la mañana y siempre de la misma forma: con el Himno Nacional chileno, que abria las tres horas más divertidas del dial de entonces.

No es sencillo definir exactamente qué era la Locomotora. Trataron temas tan disimiles a lo largo de su historia y fueron muchisimas las secciones con las que contó. De ellas, no pocas sobresalieron.

Partiendo por los saludos de cumpleaños: Los auditores llamaban al programa para que a las seis de la mañana despertaran a los festejados con un enérgico grito "¡LEVAAANTATE!"

O "La gente opina". El espacio para que el público diera a conocer su opinión sobre algún tema. No necesariamente sobre la actualidad. Y en ocasiones no se trataba de los quince minutos que actualmente designan en algunos programas para hablar con su público. Hubieron días en los que la mitad del tiempo del programa era destinado a las opiniones de los oyentes. Es que todo el mundo quería llamar a la línea activa, cuyo número es tan recordado como la formación de la selección chilena de fútbol para el mundial de 1998, y quizá más: ¡tres seis dos cero dos siete dos!.. y anteponiendo un dos desde regiones con el uno-ocho-uno de BellSouth.

Igualmente en un principio, la Locomotora tenía su espacio para el humor. En el equipo fundador estaba Óscar Gangas (que seguro recuerdas por otra circunstancia) y posteriormente Marcos "Charola" Pizarro.

Y en un momento de 1997, el programa destinó importante tiempo de sus emisiones diarias para conmemorar los "dias nacionales de", que servían para comentar todo lo relacionable con lo celebrado. No eran celebraciones en términos formales, festejaban desde el día nacional del sueño, de la risa, del dolor de cabeza, de las flores, del chocolate, de las galletas, de las frutas, de las papas fritas... a ver si alguno de ustedes recuerda otro día nacional.

También contaba con segmentos destinados al deporte y un vertiginoso boletín de noticias que se emitía cada 30 minutos, conducido en la primera etapa por Eugenio Cornejo y después por el mismísimo Tuto Castro, quien además fue productor de la Locomotora.


El segundo fenómeno radial de los noventas: En menos de tres meses RadioActiva se convirtió en una de las tres emisoras anglo más escuchadas de Santiago y ya para fines de 1997 era primera sintonía anglo en Santiago, Iquique, Antofagasta, La Serena, Viña, Concepción, Los Angeles, Temuco y Puerto Montt. La cobertura heredada de la adquirida red Finísima lograba que Activa fuera la entonces la unica radio-satelital con repetidora en la Isla de Pascua.

La Locomotora, "el primer programa del día" (ese fue su eslogan) consiguió lo que nadie había imaginado: arrebatarle al Diario de Cooperativa (el matinal, con Sergio Campos) el primer lugar en su horario. Resultaba una odisea encontrar desocupada la linea 362.0272 cada vez que abrían las líneas a los auditores del tren energético matinal.

Ya mencioné lo que pasó con el KIA POP: El auspiciador de los éxitos de la hora se transformó en uno de los autos más vendidos durante ese año... y revendido meses después: la crisis asiática que se hará notar en Chile a partir de fines del 97 provocará que muchos compradores del POP no puedan pagar las cuotas del crédito que obtuvieron para financiarlo.

Se considera que el éxito de RadioActiva fue el segundo gran fenómeno masivo de la radiodifusión santiaguina durante los noventas: el de la segunda mitad de esa década. Y el lugar semi-privilegiado que la Activa le otorgó al disco derivó en que veteranos aficionados a la radio recordaran lo que pasó durante principios de los 80s con Mundo Stereo.

Lo que no sólo es una consideración de muchos de quienes quedaron marcados por la Activa, sino del mismísimo Tuto Castro, quien alguna vez en una entrevista a la prensa citada por el forista de FOTECH poet, señaló: "en Chile hubo dos radios importantes en los 90 y que marcaron un hito: Rock & Pop y Activa... y puedo decir que yo estuve en una de ellas".

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29 de abril de 2007, 22:29
Saludos...

Que buen posteo...

Vengo de FOTECH.cl y es genoial que hayas escrito sobre la RadioActiva.

Nos vemos

http://mellamocristobal.blogspot.com

Cristóbal!
Anonymous Anónimo
14 de mayo de 2008, 18:05
Es agradecer lo buena radio que es, por darnos el placer de escuchar su musica tan extraordinaria y que sigan asi , no cambien nunca
por favor
, gracias nuevamente
   
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odio ie