La fusión entre las radios de PRISA —esto es, las del Consorcio Radial de Chile— y las Ibero American Radio Chile (IARC) está cada vez más cerca de concretarse. La opinión general al respecto pareciera ser sólo una: que esto es pésimo y afectará al mercado radiofónico, para mal. Así lo han manifestado también varios de ustedes, en este blog.

El siguiente artículo propone una tesis distinta: que el mercado radiofónico ya está demasiado viciado. Por un lado, por culpa de la manera de hacer negocio radial con la que IARC se hizo rica —y que sus competidores imitaron mal. Y por otro desastrozo fenómeno: la manía de complacer a una casta, olvidando (también por un ansia de ingresos) que esas emisoras no sólo transmiten donde aquella minoría vive —en Santiago de Chile—, sino además en otras ciudades del país no menos importantes.

La industria radiofónica está tan mal que, si no fuera por la inmejorable labor de las radios informativas y los radiodifusores de regiones y universitarios, no sería desafortunado apodar a este medio como la televisión chilena que no se ve, debido a que sólo cubrería a una mayoría irreconocible con contenidos idiotas y, por añadidura, a aquella casta del oriente santiaguino.

Considerar lo anterior, permite una visión más amplia que otorga más incertidumbre sobre cómo esta megafusión afectará a la industria de las ondas e impide apostar por si la refortalecerá o perjudicará aún más. Por lo pronto, si, en en el mejor de los casos, logrará que deje de prender la radio sólo para escuchar las noticias y vuelva a acompañarme todo el día, como en los viejos buenos tiempos, que no fueron hace más de un lustro.


Hasta 2005, la radio era mi medio fundamental, al que estimaba demasiado más que a la televisión y la prensa escrita duopólica. Ya no era la misma de hace pocos años: de aquellos 2000-2001, la mejor época de 'mi' relación personal con la caja inteligente, pero aún ofrecía buena música bien ordenada y no tan repetitiva, las noticas informadas y analizadas como nadie lo hace (eso hoy sigue igual) y locutores que te acompañaban. La calidad de sonido era de lujo, o en el peor de los casos, muy buena, pero de eso no te fijabas: Asumías que si una FM era FM, tenía por default el estéreo de mejor calibre.

Nunca me mantuve fiel a una sola radio —nunca, ni en la mejor época de la RadioActiva. En cambio, sí a dos o más, que sintonizaba en función de la hora del día o estado anímico. Podía darme el lujo de sintonizar una emisora si estaba deprimido, entrar a otra si estaba contento. Lo que es más, podría pasar un día completo sin encender el televisor y con el radioreceptor siempre prendido, Escribo esto y me asombro de que ya no se pueda.

Porque ahora, sólo sintonizo la radio cuando transmiten las noticias o determinados programas periodísticos. Y cuando juega la selección chilena de fútbol: cualquier relator radiofónico supera por goleada a los pésimos narradores del canal 13. Ya no escucharía ninguna radio musical sintonizable en Antofagasta, a excepción de FM Plus, aunque en momentos demasiado puntuales del día, no más de 2 horas diarias, inferior al tiempo que podía pasar escuchando una emisora musical.

Si en 1998 RadioActiva y Definitiva eran mis emisoras musicales de cabecera y en 2005, el Conquistador, Sol FM e Infinita, ahora sólo lo son sky.fm Smooth Jazz 24H, De Culto Radio, LAUNCHcast, Anglo Latina y Nuevo Tiempo. Exacto, todas sólo pueden sintonizarse por internet (Nuevo Tiempo es una cadena de emisoras que no llega a Antofagasta).


El mercado radial durante estos tres años ha sufrido una transformación demasiado desventurada. La calidad ha empeorado en muchos aspectos, y no sólo la de sonido. Esos cambios ya venían de antes, pero como no tocaron a las radios que efectivamente escuchaba, no era para quejarse. Cuando esa ola toco a aquellas, a partir de hace tres años, provocaron mi ya expuesta aversión hacia las emisoras musicales convencionales.

Concretamente, 1998 es el año que marcó un antes y después en el modelo de hacer un negocio radiofónico rentable: fue cuando surgió Ibero American Radio Chile, un complomerado que nunca estimé.

¿Y cómo puedes valorar de buena forma, a un holding que transformó a las emisoras romántico-latinas de fuentes de buena música-neutral muy variada a repetidoras de canciones que abusan de las mismas varias veces en el día, todos los días? FM DOS, pese a su ultralimitada variedad musical, se convirtío en un éxito.

Una radio que sólo funcionaba con un par de tipos que programaban las canciones en un computador. Y como son muy pocas que se repiten, no había que estrujarse el cráneo planeando una lista de canciones: sólo con los temas recientes tenías programación para todo el día: y los huecos faltantes se llenan con canciones un poco rebuscadas.

A lo anterior agregabas una voz hiperreconocida que cobra más caro que los técnicos y un par de locutores más. Y tenemos una nueva radio, que a la gente encantó. Y a Ibero American hizo rica: con lo mucho que recibieron en publicidad, obtuvieron ganancias récord que no se habrían conseguido con una emisora musical a la antigua (o una como la Activa), cuyos ingresos serían fácilmente devorados por los gastos necesarios para hacerla funcionar.

Ibero American descubrió la nueva gallina de los huevos de oro radiofónica. FM DOS y su idea de repetir un puñado de canciones del momento, olvidándose de los temas romántico-latino de incluso años anteriores, fue imitado por sus competidores. Y el modelo de radio-pc-ultraeconómica-de-hacer-funcionar fue adoptado a otras radios del conglomerado, como Imagina.

Pero como las radios que yo escuchaba seguían igual (en apariencia), no me quejaba tanto. Podrían ser la mayoría de las Ibero American un bodrio, pero si tenías alternativas, no había para qué lamentarse. Hasta que, a partir de fines de 2005, esas opciones se hicieron humo. Para no darles la lata, mencionaré cinco ejemplos:


Chilena, una de las radios informativas de referencia, desapareció y la reemplaza una radio-pc: Play. Quizá programa muy buena música, pero como en Antofagasta es casi imposible de sintonizar, nunca la tomé en cuenta. Después se sabría que el Canal 13 (quienes habían comprado Chilena) decidieron ese cambio tan radical porque había adquirido un medio con deudas enormes: La única manera de saldarlas, y rápido, era montar una emisora barata de mantener, justo como una FM DOS en la forma de desarrollarse.

Horizonte se deshizo de un esquema adulto-contemporáneo masivo y comenzó a realizar una mescolanza musical que muy pocos de los auditores fieles de su red nacional entendieron —entendimos, me incluyo. Pero sí comprendieron los adultos jóvenes (respecto a la edad, no al género musical que se le llama usualmente así) que viven en el barrio alto de Santiago, una súperminoría... ¡a la que ya otras 2 radios le dedicaban toda su programación!!

radioactiva después de pasar por un periodo de anarquía tras ser adquirida por PRISA, adoptó un estilo adulto-contemporáneo que también se fundamentaba en un puñado de canciones que se repiten. En este caso, ochenteras consideradas por los ránkings de la época como las más populares, olvidandose de aquellos temas más rebuscados, uno de los fundamentos del encanto de una verdadera adulto-contemporáneo. ¿DJs en vivo? Nada de eso, el computador vuelve a ser el dejota. A la mezcla le agregó una serie de programas en las que se habla en el idioma... de otra parte importante de esa casta de privilegiados de los barrios pudientes santiaguinos.

Sol FM era la radio ochentera más escuchada de Antofagasta. Pero llegó FM Plus con una propuesta más fresca y más masiva: Una radio que convocaba a cualquiera que haya vivido esa época, sin importar mucho su posición social. Los autoadhesivos promocionando a Plus ahora se ven en autos particulares, sedanes, jeeps, pero también en taxis y microbuses del TransAntofagasta. Sol, en vez de responder a Plus, se desmasificó y concibió una programación destinada a un publico más abeceuno, justo lo que la actual radioactiva hizo. Y con una continuidad que te recuerda a esas fiestas electrónicas predilectas por la casta arribista. Con ese cambio, uno sí que hecha más de menos a don Daniel Clift, (Q.E.P.D.): bajo su tutela, transformó a Sol FM en la lider en su segmento con una fórmula tan masiva como la de Plus.


Cuando el Conquistador dejó de sonar interesante: En 2002, el Conquistador se presentaba a sí misma como una radio para "Jóvenes y Seniors", sin estridencias, con mucha música instrumental y canciones anglo demasiado escogidas. Insistían en que su radio era para un público definido por como es y no por qué poseía. Pero en 2007 sufrió una bizarra mutación, programaban menos instrumentales y mucho, demasiadas canciones actuales que en 2002 habría resultado una herejía programarlas.

Pero en Antofagasta existía una filial local del Conquistador que, de lunes a viernes, programaba una linea musical muy similar a la que mantenía la oficina principal de esta radio en 1998 y hasta 2002. Pero en 2007, eso se acabó: la división local se cerró hasta nuevo aviso. Y hubo que someterse a la idea de escuchar la 'nueva' programación santiaguina. Entonces, escribí a la radio y pregunté qué estaba pasando.

La respuesta vino del mismísimo Joaquín Molfino, dueño y fundador: La nueva linea musical de la radio debía reemplazar a la mantenida históricamente por su filial antofagastina... y que los gustos de la gente de provincia no necesariamente coincidian con los del público ABC1 de Santiago, los cuales, afirmaba Molfino, han cambiado drásticamente en los últimos años. O sea, esa minoritaria casta se salió con la suya otra vez.

Cuando lei la respuesta se me cayó la boca al suelo. Había descubierto la verdadera cara del Conquistador: ya no le valía vestirse de emisora inteligente para gente inteligente, porque eso había dejado de ser rentable: ahora se trataba que complacer a un público que vale más por lo que tiene que por lo que es (¡todo lo contrario al supuesto espíritu previo de esta radio!).

Cierto, en realidad siempre fue el leit motiv de esta radio complacer a los más ricos, pero con sus vestidos de excelencia programática para gente cuya inteligencia no se mide necesariamente por el dinero que posee, habían logrado ocultar ese deseo con maestría. Pero con esa respuesta, el dueño de la radio había dejado de esconderla. Qué bueno que Pancho Amenábar dejó el Conquistador mucho antes del cambio. Lo que yo, de la emisora que más escuchaba hasta 2007 pasó a ser la que menos sintonizo: sólo a la hora de sus programas periodísticos.

Ese fue el cable a tierra definitivo. Y enfrentarse con la dura realidad: Que todas las radios musicales que hasta entonces sintonizaba se fueron en direcciones hacia las que no estaba invitado, y todo por que una casta demasiado minoritaria así lo prefiere. Una casta que sólo vive en el sector pudiente de Santiago. Y eso que ni he mencionado el caso de Infinita.


Antes de 2006 y 2007, yo tenía una excelente opinión de la radio: Diversa, honesta y siempre comprometida con el auditor. Ahora, considero que está más sedienta por las ganancias económicas que la televisión, cuyo apetito por el dinero siempre se menciona como única explicación de la poca calidad de sus contenidos.

El negocio radial tiene sed de ganancias y no hambre. El hambre te la puedes aguantar por mucho más tiempo que la sed sin comprometer tu vida. Y porque tiene sed, está apostando por lo más sencillo, por lo que sabe que le dará dinero facil y rápido. Aunque suene a propaganda de Herbalife o de crédito de consumo para gente de clase media.

Horizonte no innovó al adoptar su estilo actual. No, no se atrevió a complacer a un público que, más allá de lo minoritario, nadie más había considerado. Dos otras emisoras ya habían logrado antes conquistar a esa audiencia: Zero, por un lado, y Concierto, la que realmente descubrió a esta nueva audiencia.

Ibero American permitió que Concierto mantiviera ese esquema hasta que se dio cuenta que, debido a la competencia de Zero y Horizonte, ese público tan minoritario se fragmentó, y el resultado de tal división ya no era rentable para el conglomerado. Entonces, en septiembre de 2007 Concierto cambió de estilo y se la jugó por uno más masivo... ¡pero al que ya apuntaban Universo y sus muchos similes, como radioactiva!

El Conquistador en 2007 transformó a su emisora hermana Para Tí en X FM, una propuesta definida y original... pero muchas de las canciones de X suenan en el Conquistador. A X le va bien, pero el Conquistador ha perdido sintonía. Y los avisadores ya no quieren pagar tan caro por poner su publicidad en la radio.

Y ese año el Grupo Dial transformó Sintonía en Club FM, otra radio-pc. Con una cobertura y calidad de sonido deplorable, aún se mantiene en los últimos lugares de preferencia del público. Pese a no ser otra radio-pensada-en-el-abc1, lo casi nada que se gastó para mantenerla no funcionó como con FM DOS y Play y le pasó la cuenta. Además de partir cometiendo la herejía de mezclar canciones rockeras y ochenteras ¡con baladas dignas de la FM DOS! Un fracaso.

Ahí tienen: la manía de los dueños de los grandes conglomerados por complacer a un público tan específico/minoritario (sólo por las lucas que posee) y/o de montar una radio con los menos recursos posibles (ya que la FM DOS sí funcionó) ha provocado que ya varios de esos proyectos fracasen rotundamente.

Pero también, que demasiadas radios vayan hacia una misma dirección, lo que pasa con las romántico-latinas pero por sobretodo con las ochenteras. Yo no escucho FM Plus porque me haya hastiado su programación. Es que la música que ahi suena ha sido tan sobreexplotada por sus competidores que ya abruma escucharlas.

Si a eso agregamos las clones de FM DOS que repiten romántico-latinos, las emisoras juveniles que sólo abusan del reguetón, las tropicales, las oldies, y las informativas cuya programación musical nunca ha estado bien definida (no es su fuerte), entonces nos enfrentamos a la realidad de que el dial FM, no existen decenas de radios, sino es cómo si existieran 6 radios. La única excepción que se me ocurre a este orden de las cosas es Futuro —lo que le da un respeto al público rocanrolero— las universitarias y las evangélicas que pasan más el tiempo pidiendo donaciones que predicando... lo que no pasa con Nuevo Tiempo.

¿Y dónde está la diversidad y segmentación de la que tanto se habla de la radio? ¿Y el interés por el auditor? Esta obsesión por el santo grial del ABC1 está entuertando a los dueños de las radioemisoras. Y cuando se trata de cadenas nacionales de radios que cambiaron su programación pensando en un público muy minoritario de Santiago sin considerar a los demás ciudades del país donde tienen repetidoras, entonces no es desatinado preguntarse por qué esas emisoras tienen red satelital, considerando que hay ciudades donde hay más radios santiaguinas que locales.

Si Horizonte y el Conquistador quieren hacer radio para el sector oriente de Santiago, no hay problema, pero entonces, no merecen estar en Antofagasta. Lo mismo para Play y su cobertura desastrosa en la ex perla del norte.

Y ahora PRISA compró las radios de Ibero American. PRISA más que intentar complacer a unos cuantos, pretendió clonar una fórmula que en el extranjero funcionó, y en la realidad chilena resultó un fiasco. RadioActiva, que no es una marca panregional, la transformaron en una para la casta ABC1... y barata de mantener, lo que también pasó con Bésame (pero si se considera lo que debieron gastar para mantener a flote por 5 años ese transatlántico llamado W Radio, entonces la decisión podría entenderse)

He leido muchas opiniones sobre la fusión de PRISA e Ibero American y, en este blog, mentes anónimas han manifestado las suyas. Y en todas, se comparte la visión de que sus consecuencias serán nefastas. Yo no creo lo mismo, no considero que los cambios que realize el megaconglomerado con sus doce radios perjudiquen más al mercado radial de lo que ya está perjudicando (redundo para enfatizar) la manía de los demás competidores por obtener ingresos montando radios-pc o complaciendo sólo a una minoría. por que esa tiene mucho dinero. Ya se ha perdido casi todo por lo que estimaba a la radio y lo único que va quedando (la calidad de las emisoras informativas) no está para nada en riesgo, si se considera el nulo peso periodístico de W Radio. Tomando en cuenta todo lo anterior, yo espero los cambios tras la fusión ni con miedo ni con ilusión, aunque ansioso por cuando ocurrirán y de qué manera.


Para finalizar, debo mencionar lo que más duele que se haya perdido: ese valor de la radio de conversar contigo. El valor de una buena locución, que habla con el auditor como si este fuera tu mejor amigo. Lo que se notaba en las viejas emisoras locales y en algunas santiaguinas de inicios de los noventas.

Conversar contigo, no que te hablen de sus vivencias en un lenguaje que sólo los abc1 puedan entender, la tonica de los programas de la 'hora del taco'. Y con respeto y cordialidad, no con groserías y un lenguaje que se defiende sólo porque con ello, se desafía a lo establecido.

Un colega argentino comentaba mi nota sobre el Walkman en tangerine, lamentándose porque los pendrives con mp3 no incluyen radio AM, sino sólo la frecuencia modulada (el iPod, el iPhone y similares ni incluyen radio).

Ojalá yo pudiera indignarme como él. Los argentinos no sólo nos ganan en el fútbol, en el rugby, en el hockey, en la creatividad publicitaria, en elegir una presidenta con verdadero liderazgo, en juzgar de verdad a sus genocidas, en apoyar al software libre y permitir el matrimonio gay: ¡también en hacer radiodifusión cercana y de calidad... en la AM! Porque al otro lado de la Cordillera de los Andes, la locución tiene esa cercanía y autenticidad que ya no se escucha en la radio de nuestro país. Y sí hay muchas alternativas. Y todas esas maneras de hacer radio... ¡sí son rentables!

Sintonía fina
Reportaje en La Nación sobre la manía de los radiodifusores chilenos por el ABC1 santiaguino.
A los ricos les está faltando rock
Futuro es la única excepción a esta tendencia. Atrae al ABC1, llena de ingresos a sus dueños ¡pero nadie ha intendado imitarla!
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60. Israel Kamakawiwo'ole, “Somewhere over the rainbow...”
Facing the future, 1993
Como sospecharás por el título, se trata de otro cover del tema con el que inicia la película "The wizard of Oz" (yo y mi manía de llamar a las películas por su título original). Sin embargo, lo interesante de este tema es que si hubiese cantado y tocado otro tema (cualquier otro) habría provocado las mismas sensaciones que otorga.

La voz de Israel Kamakiwiwo'ole es serena y agradable, pero pese a su potencial, no es la protagonista de esta canción: lo es su guitarra, que en realidad no es una guitarra sino un ukelele, instrumento típico de los hawaianos ("Iz", como lo conocían sus amigos, provenía de allá)3

El ritmo del ukelele, tan suave que te acaricia, se complementa con Iz cantando estrofas desordenadas tanto de esta canción como de otro estándar: "What a wonderful world". El ritmo de la 'guitarra' no varía, cuando deja de interpretar un tema y pasa al otro, por eso afirmo que si cantara otras canciones en vez de estas, y con el mismo sonido de su instrumento, habría provocado el mismo efecto.

"Iz" también era apodado "El gigante gentil": Su voluminosa proporción no coincidía con la serenidad no sólo de su música, sino de su forma de ser. Desafortunadamente, el exceso de peso fue más poderoso y falleció en julio de 1997, debido a una insuficiencia respiratoria por los 343 kilos con los que cargó al final de su vida. Y yo que pensaba que se trataba de una canción reciente.

Conozcan uno de los temas que inmortalizó al gigante gentil. Y un consejo: Escúchalo con audífonos, en serio

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